Hija. ( Neus-Fugaz )

Larga jornada, en esta espera obligada, hija amada...
El silencio cobarde quema el alma y no me atrevo
a dejar que esta voz mía, denuncie mi estado inquieto y nervioso.
En este minuto añorado... Confundido, no sé por donde empezar
La historia la sabes tanto como yo...Al menos eso creo
Las vicisitudes, la cobardía, quizás las amenazas
los comentarios, el temor al que dirán... No permitieron
razonar a tiempo, y hoy transcurridos todos estos años
Me presento... En persona... No por chat, ni por teléfono...
Medito. Si te abrazo...corro el riesgo de tu desprecio...
Sino lo hago...continuaré cargando la cruz de mi silencio.
Cruel misterio que cabalga en las praderas de la impotencia

De saber que soy tu padre y tú lo ignoras.

¿Cuántas veces te pregunté madre? ¿Cuántas?
Era tanta mi necesidad de saber algo acerca de él,
Conocer cómo era o quizás habría sido mi padre...
Pero la única respuesta que lograba era tu tristeza,
esos ojos de mirada esquiva, esos tus labios callados.
Pero cuando en los silencios comprendí que tú existías...
Cómo lograr saber quien eres padre ¿cómo?
A menudo busco tu rostro entre extraños,
deseo tanto conocer mi historia, y en ella la de ambos.
Hay tantos por qué y tantos espacios en blanco...
Necesito saber y no sé nada, sólo miradas,
te ausentaste de mi, mientras que a mi... Me ausentaban.

La cobardía, repito, nos lleva al desfiladero,
un precipicio sin fin, que lejos ha de esperar mi caída
Mientras la verdad se va tornando una realidad.
Quizás el tiempo de tocar el fondo, ha llegado.
Aquí me quedo princesa mía, bajo el ritual tantas veces mencionado.
Hoy no abrazo al árbol mudo, que me saludaba en sus ramajes.
Ni me siento junto a la roca, que sabía de mis lágrimas
Me siento a los pies de tus ojos, solicitando tu perdón
rogando tu piedad e implorando me aceptes...

¿Dónde estás padre? ¿Dónde?
Te pienso tal vez cercano y ajeno,
quizás ausente y lejano.
Pero por algún motivo te siento y presiento.
Como en las sombras de las tardes
o en la luz que enciende mis mañanas.
Sé que todo son circunstancias,
que se dieron, que fueron… Que sucedieron.
No tengo reproches, pero sí carencias.
Aquellas que formaron parte de mi infancia sin ti,
con una ausencia siempre en tu puesto,
y esos interminables silencios por respuesta.
De un tiempo a esta parte, en mis días un sólo deseo,
Encontrarte, conocer tú verdad…. Y a ti.

He inventado motivos y circunstancias que
permitieran robar un poco de tu tiempo, no obstante,
el cansancio arrebató las horas de la espera y sufrí en mi silencio...
Ahora que el final esta cerca y podemos divisar la luz en toda su intensidad,
recibe cada una de las oraciones que escribí para ti...
en cada una de ellas culminé con esta frase bendita,
dejando de manifiesto este que solo perseguía,
decirte entre líneas mis pensamientos...

Espero, tan sólo espero... Por ahora nada más.
Sé e intuyo, siento y veo pero callo.
Cuando hablo o pregunto, no hay respuestas,
si observo y ato cabos, relaciono... Yo espero.
Tal vez si ambos tanto tú... madre, como tú... padre,
si lograran entender mi desesperante encrucijada,
el no saber pero intuir y seguir callando.
Solo querría un momento, una verdad completa.
No hay rencor en mí, pero sí muchas preguntas.
Tal vez un día no muy lejano obtenga esas respuestas.

Me arrodillo para pedir, me consideres tu padre...
Y que Jesús, Salvador y guía, te siga cuidando

" Luz en el corazón de nuestras palabras "
Neus-Fugaz ( Suecia-Catalunya ) Agosto 2011